Diálogo Evolution

¿Cómo lo hacen? Las iniciativas de divulgación que han llegado a lo más alto ¿cómo logran reinventarse? ¿Con qué elementos? ¿Con qué energía? ¿Es adaptación al medio? ¿Es renovación total? Hay diferentes casos; y en D+i los vamos a ver. Geolodía, el primero, es un caso asombroso de escalada. Ana María Alonso, la coordinadora nacional de este bello proyecto, dejará caer la cifra de más de cincuenta excursiones simultáneas por toda España. “Las excursiones se realizan en lugares de interés por su entorno geológico y son guiadas por geólogos profesionales, que proporcionan una información rigurosa a nivel divulgativo”, cuenta Alonso.

Geolodía es una jornada al año. Nació en Teruel y hoy se extiende por todas las provincias españolas, salvo Melilla, donde aún falta coordinador. Desde 2011 se celebra el segundo fin de semana de mayo. Y ‘mata tres pájaros de un tiro’: hace entender a los excursionistas por qué lo que vemos es como es, “poniendo en valor los recursos naturales”, apostilla Alonso; divulgar nuestro rico y variado patrimonio geológico “y la necesidad de protegerlo”; y difundir la labor de los geólogos, “fomentando el gusto por la geología y las vocaciones científicas”. Todo ello en un bonito día de campo. Dar más no se puede.

“Evolucionar no consiste en tener que asumir cambios drásticos, sino en adaptarse al medio para sobrevivir”, que es lo que trata de hacer Principia. Enrique Royuela, cofundador, director y editor de este gran proyecto editorial, cuenta que están “en constante aprendizaje”. Según él, “los modelos tradicionales necesitan implementar tecnologías que igual no son propias de dicho medio”. En su caso, la editorial (Principia aúna ciencias, humanidades y arte) es a veces un medio “poco dispuesto a adaptarse a los nuevos formatos de lectura o a los diferentes tipos de lectores”. ¡Y ellos lo han hecho! ¡Se adaptan! Porque no tienen miedo a los cambios, “de hecho los disfrutamos y aprendemos”, dice Royuela.

“Ahora mismo -pone de ejemplo- acabamos de crear un vínculo entre la portada de la revista en papel (medio analógico) y la realidad virtual (medio digital), implementando lo que se denomina comunicación inmersiva. Lo pueden ver en principia.io. El papel tiene más vínculos con el medio digital de los que muchos se piensan, solo hay que explorarlos”. Así que, en Principia, están “muy orgullosos” de haber recibido dos años consecutivos (2017 y 2018) el Premio a la Innovación Editorial de la Asociación Española de Publicaciones Periódicas. “No sabemos si hay un secreto, pero sí tenemos claro que hay un enorme potencial en ser original. Tratamos de no estar demasiado pendientes de lo que hacen los demás y centrarnos en lo que somos capaces de hacer. Y parece que funciona”. Les funciona desde que en 2015 vieron la luz los primeros números de Principia Magazine y Principia Kids.

Otra fecha: 11 de febrero. Y otro gran proyecto: la Iniciativa 11 de Febrero, que, celebrando el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, inunda de actividades divulgativas relacionadas con mujeres científicas un sinfín de colegios, institutos, espacios públicos, instalaciones científicas… de pueblos y ciudades. Sus promotoras pretenden con ello “visibilizar la labor científica de las mujeres y fomentar las vocaciones en las niñas”, ofreciéndoles referentes. Misión más que cumplida, porque en algunas provincias, como por ejemplo las aragonesas, no cabían este año más actividades.

Leni Bascones, de la Iniciativa 11 de Febrero, expone los objetivos de la misma: “Eliminar los estereotipos de género en el ámbito de la ciencia y la tecnología; fomentar las vocaciones científicas en niñas y adolescentes; ayudar a visibilizar el trabajo que desarrollan las científicas y tecnólogas y crear roles femeninos en los ámbitos de la ciencia, la tecnología y la ingeniería; y conocer las causas de la brecha de género y promover prácticas que ayuden a eliminarla”.

“Un servicio profesional implica solucionar un problema concreto en un tiempo limitado”. Es la opinión de Lucas Sánchez, cofundador de la agencia de comunicación científica Scienseed, un proyecto que no ha parado de crecer desde 2014. Y no parece que vaya a dejar de hacerlo. ¿Por qué? “Nuestro modelo se basa en ser multidisciplinares y multiformato, para poder maximizar nuestra versatilidad, la cual nos permite cubrir un amplio abanico de necesidades de comunicación y explorar narrativas para casi cualquier audiencia”.

Y Sánchez aún nos da otra pista: “La internacionalización es clave, y algo casi inevitable, cuando trabajas en un sector tan internacional como la ciencia. Aquí entran en valor, sobre todo, los idiomas y la estrategia. Por ejemplo, en entornos altamente competitivos como H2020 se requieren relaciones con organizaciones de múltiples países para aumentar el valor de las propuestas y las probabilidades de financiación”.