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¿Juegas conmigo?

¡Albricias! Tanto monta monta tanto
el jugar y las ciencias con encanto.

Un duende, un hada encantada,
algo mágico o ciencia inexplorada.

Fantasía y magia con gotas de ilusión
para el aprendizaje son su bastión.

Empuño mi bastión de ordeno y mando
y a alquimistas juego de vez en cuando.

¿Juegas un rato conmigo?,
con las ciencias te haré cosquillas en el ombligo.

Unos faunos o el mago Merlín
brincan entre estos versos sin fin,
raudos y veloces van contando sus letras con mimo
¡EUREKA! Siempre van saliendo números primos.

Firma estos versos Miguel Ángel Vidal, profesor de Matemáticas en el Instituto Pedro Floriani de Redondela (Pontevedra). Es lo que piensa sobre la relación entre el juego y la ciencia, él que ideó la actividad de papiroflexia ‘Doblando las mates’ y que involucró en ella a todo un centro educativo. Vendrá a las Jornadas D+I a contarnos cómo fue esta experiencia, con la que Vidal quiere hacer su aportación a un posible cambio de la docencia en ciencias. “A los profesores que hacemos estas cosas nos miran como bichos raros -se lamenta-. Pero lo cierto es que el sistema educativo, tal y como es hoy, no funciona en absoluto”.

También quieren cambiarlo, o al menos enriquecerlo jugando, Agustín Camón, del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA), Ricardo Domínguez, de la empresa de divulgación científica El Caleidoscopio, y Jetro de Château, de Mindstorms Community Partners y editor de HispaBrick Magazine, que dialogarán en D+I con Miguel Ángel Vidal sobre la calidad de ese aprendizaje adquirido a través del juego.

Resolver un crimen es lo que propone a los alumnos de Secundaria la actividad ‘CSI Zaragoza’, del ICMA y el ISQCH (Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea). Agustín Camón se encarga de desarrollarla, “no de que aprendan nada en concreto -aclara-, sino de que conozcan de primera mano la investigación científica y ese cosquilleo que se siente cuando descubres algo, en pocas palabras, la pasión por la ciencia”. El fin: “Acercarles todo lo posible a la ciencia real”.

Programar robots para que ejerzan de actores en cortos y obras de teatro es la última propuesta de la empresa de divulgación que dirige Ricardo Domínguez, El Caleidoscopio. Con el apoyo de la Universidad Miguel Hernández de Elche, mil quinientos estudiantes de Secundaria y cien profesores han disfrutado de esta experiencia, que amplía y graba ‘a fuego’ en los participantes conocimientos de informática, tecnología en general, plástica y lengua. ‘Programa tu obra’ es una actividad de fusión total del arte y la ciencia, porque en el proceso conviven la programación del robot y el papel que ese robot va a interpretar sobre el escenario; actuando codo con codo con humanos. El actor ha de aprenderse sus diálogos. Al final, también hay que darle un vestuario. Y ¡acción! Veintiocho centros educativos de veinte municipios de Alicante y Murcia crearon sus obras y las exhibieron. Su respuesta demuestra que los jóvenes prefieren aprender jugando.

Los asistentes a las II Jornadas D+I también jugarán. Lo harán con Lego, después de escuchar a Jetro de Château explicar cómo se relaciona esta empresa con la ciencia. Un anticipo: sobre todo el área Lego Education tiene una amplia oferta de materiales relacionados con la divulgación científica; Lego Mindstorms y Lego WeDo están enfocados a la enseñanza de física y matemáticas mediante la construcción y programación de robots; y en First Lego hay equipos de diferentes escuelas e institutos que compiten para resolver un reto con la ayuda de Lego Mindstorms (el campeonato europeo de 2014 se celebró en Pamplona el pasado mayo).