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“El humor es una forma de ser; reírse es ser crítico con el mundo que te rodea y eso está muy relacionado con la ciencia”. He aquí el vínculo natural entre el humor y la ciencia. Son tal para cual. Ricardo Moure nos lo ha revelado. Y el mejor ejemplo es el monólogo sobre obesidad con el que este biólogo ganó hace poco el FameLab 2014. Si a Moure el humor lo llevó al ‘estrellato’ en la final española de este certamen de monólogos científicos, al público le hará recordar para siempre cómo los adipocitos obesos se vengan de su falta de oxígeno intentando desencadenar una diabetes mellitus tipo 2.

“La divulgación es algo urgente”, dice Moure a D+I desde la Universidad de Barcelona, y por eso él se emplea a fondo. “Saber qué es una mitocondria es tan importante como saber quién escribió ‘La vida es sueño’”. Para él, la divulgación tiene dos frentes abiertos: “La ciencia está en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y muchos negocios que ahora están en alza viven de la falta de conocimientos científicos de la gente, como la homeopatía o el reiki. El segundo gran motivo para divulgar es que sólo conociendo lo que hacemos los científicos podemos concienciar a la sociedad para que defiendan nuestro trabajo con su voto y, así, manden el mensaje de que quieren una sociedad cuyo motor sean la investigación y el desarrollo”.

Ricardo Moure vendrá a las Jornadas D+I con sus dos compañeros ‘de reparto’: el segundo y el tercer premio del FameLab de este año, Ana Payo y Santiago García. Los tres se han estrenado con FameLab en esto de los monólogos científicos, pero parece que llevaran toda la vida haciéndolo. Divulgación sí hacían antes del certamen; su compromiso con ella queda claro en sus curriculums. El grupo de investigación de Ana Payo, por ejemplo, creó una asociación, Escola de Natura d’Esporles, que realiza talleres y salidas al campo con la gente de su entorno, la sierra mallorquina de Tramontana.

Experta en ciencias del mar, cursando el doctorado en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, Payo cuenta a D+I que esas actividades, que “divulgan contenidos científicos relacionados con el pueblo y su entorno, están teniendo buena acogida”. A raíz de FameLab, colabora con un programa de radio, Balears Fa Ciencia, donde ofrece un monólogo al mes. De todas las formas de divulgación, a Payo la que menos le gusta es el blog, “porque a veces son largos y has de tener un interés suficientemente desarrollado para que te enganchen”.

Santiago García recuerda la cita de Kate Moore, catedrática de la Universidad de Helsinki: “Hay que tomarse la risa más en serio”. Este matemático está más que convencido de que sin humor no hay divulgación. “En matemáticas, tengo la sensación de que, a partir de la educación secundaria, faltan referentes en la comunicación matemática. Existen grandes trabajos, como los de Simon Singh o, en España, el de Antonio Pérez Sanz, con su Universo Matemático. Pero no estaría de más un esfuerzo en divulgación actualizada en el ámbito juvenil. Algo así como el ‘Donald en el país de las Matemáticas’ de los jóvenes-adultos”.

Como amante de las matemáticas, el humor y la música, Santi García mezcla estos ingredientes en todas sus actividades, bien sean como profesor o como actor y compositor. “Al público siempre le llega más un mensaje que no esté ‘encriptado’, por eso es importante hablar su lenguaje”. Éste es el quid de la cuestión. Nuestro monologuista de la Universidad de Murcia tiene un sueño: “Crear un musical donde, entre canción y canción, haya un monólogo; y que en los monólogos haya referentes actuales, como el TDT o Ana Bottle, y recursos humorísticos, como la eternidad de Jordi Hurtado o el gen Iglesias que pasa de generación en degeneración”. A lo mejor en las Jornadas D+I encuentra las colaboraciones necesarias para llevar a cabo su proyecto divulgativo.