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Respondiendo a una demanda de los asistentes a las anteriores D+i, esta edición incluye un diálogo dedicado a la financiación de la divulgación científica. Porque los divulgadores hacemos honor con mucha frecuencia a la frase ‘por amor al arte’, numerosos científicos divulgan en sus ratos libres y los periodistas atraviesan serias dificultades para costear sus proyectos de divulgación. Bajo el título ‘¿Quién paga esto?’, Javier Hidalgo, de Fundación La Caixa, Roi Villar, de la plataforma de crowdfunding iLoveScience, César López, de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), y Susana Eva Martínez, del Institut de Ciencia i Teatre, analizarán en qué circunstancias económicas llega la divulgación a la calle.

Como subdirector del Departamento de Ciencia y Medio Ambiente de La Caixa, Ignasi López sugiere que, en lugar de preguntar ¿quién paga esto?, “la cuestión sería ¿qué podemos hacer juntos (financiadores y financiados) que tenga sentido para los dos y dónde la suma de nuestros esfuerzos adquiere mejores resultados que el de las entidades o personas por separado?”. En D+i, profundizará en esta cuestión Javier Hidalgo, responsable del programa ‘Ciencia en Sociedad‘ de la Obra Social La Caixa.

Ciencia en Sociedad‘ promueve la divulgación a través de exposiciones itinerantes y, también, mediante la colaboración con entidades de referencia en la materia como Fecyt, CSIC o los planetarios de Pamplona y Madrid”. Entre otras cosas, nos contará Hidalgo cómo se trabaja en el proyecto europeo RRITools, en el que La Caixa participa, para lograr “alinear la investigación científica y la innovación con las necesidades y valores de la sociedad que las apoya”. Desde luego, la divulgación está en el centro de ese proceso.

Roi Villar, de iLoveScience, hablará del crowdfunding en este diálogo. Biotecnólogo y experto en medicamentos, Villar fundó en 2012 la plataforma  iLoveScience, de microaportaciones económicas, “para que los científicos pudieran recibir fondos para hacer ciencia y divulgación”. En el programa D+i hay dos proyectos que obtuvieron financiación a través de esta plataforma: el cómic ‘El oso de Troya‘, de Luis Resines, y el audiovisual Ars Qubica.

De Fecyt se sentará a la mesa de financiación César López, para hablar de esos fondos públicos que, a través de convocatorias de ayudas en régimen de concurrencia competitiva, son un “instrumento esencial -a su juicio- para el mantenimiento de la actividad divulgadora en España”. También cree López que la convivencia actual de diferentes formas de financiación es “necesaria para poder sostener la propia actividad divulgadora” y “positiva para los proyectos y sus responsables”.

La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología gestiona, desde 2007, la convocatoria que se ha convertido en nuestro país en el instrumento público por excelencia de impulso a la cultura científica. Por eso, por el abanico de propuestas que recibe, César López podrá contar a los asistentes a D+i cuáles son las nuevas tendencias en divulgación y cuál el estado del arte en España. De momento, subraya la “apuesta de Fecyt por apoyar proyectos excelentes con un elevado impacto social y que exploren nuevos caminos para acercar la ciencia y la tecnología y fomentar la cultura de la innovación”.

Lo que Susana Eva Martínez, fundadora del Institut de Ciencia i Teatre (InCiTe), constató enseguida al intentar poner en marcha, a duras penas, su empresa teatral es que “los proyectos que consiguen financiación suelen tener el amparo de alguna universidad o centro de referencia. Y se da la paradoja -cuenta la cuarta invitada a esta mesa D+i- de que los proyectos que más apoyo necesitan, los que surgen de una idea o iniciativa particular, no logran conseguirlo”.

Para un emprendedor de la divulgación científica, para alguien como Susana Eva que intentaba en 2012 divulgar por cuenta propia, la situación es, como ella la define, “la pescadilla que se muerde la cola: si no demuestras una sólida trayectoria no eres confiable; si no confían en ti, no te dan recursos; y, sin recursos, se hace imposible generar esa mínima trayectoria para lograr financiación”. Por eso InCiTe “redujo al máximo los costes, para crear un producto lo más óptimo y asequible posible”. Empezaron a trabajar por encargo, con actividades a medida en función del tipo de público. Y, en tres años, se han hecho un hueco muy notable en el ámbito del teatro científico. Susana Eva nos contará cómo.

Queda claro, a priori, que todos los esfuerzos son pocos para aumentar el conocimiento científico de una sociedad que tiene que defender por sí misma la ciencia que le interesa, la que mejor sirva a sus necesidades, a su bienestar y al progreso social. La divulgación es la llave para entrar en ese mundo de cultura científica. Y necesita financiación. El ‘amor al arte’, aunque es mucho, se queda corto.