Charla: ‘La marca ciencia, vista desde la publicidad’ 

LA CIENCIA COMO MARCA

El publicista Jorge Martínez ha creado, con un grupo de colegas, el proyecto Help!, puesto en marcha “para ayudar a financiar la ciencia y la investigación médica y acercar el trabajo de científicos e investigadores a la sociedad y los medios de comunicación”. Martínez nos hablará de esto en D+i, “con ejemplos de proyectos en los que estamos trabajando”. Dice que, en publicidad, “la clave es llamar la atención de una sociedad que va muy deprisa, que dedica poco tiempo a reflexionar y que funciona cada vez más de forma impulsiva, saber explicar y ser atractivo, ser sexy”.

Opina que deberíamos aplicar a la divulgación de la ciencia “los mismos fundamentos que aplicamos a la comunicación publicitaria, entendiendo, por supuesto, la trascendencia y el valor que tiene la ciencia, pero aplicando esa misma metodología”. La cosa sería entonces crear la marca Ciencia, asociada a un aporte enorme de valor para nuestras vidas, “y hacerlo de forma atractiva y didáctica”. 

“Notoriedad, creatividad y diferenciación” son los tres principios fundamentales de la publicidad que destaca Jorge Martínez. Para ayudar a vender un producto o servicios, “los publicistas lo hacemos con mensajes y campañas, con ejecuciones y productos, con cualquier herramienta que pueda ser eficaz en ese intento de conectar con la sociedad. Lo hacemos a través de diferentes soportes y medios (hoy mas diversos que nunca), e intentando que esos mensajes, acciones y campañas sean memorables, convirtiendo lo complejo en sencillo, atractivo y comprensible y aplicando grandes dosis de creatividad que ayuden a diferenciar unos mensajes de otros en un mundo sobreexpuesto a la comunicación”.

Para nuestro publicista en D+i, el problema de la ciencia, a la hora de ser comunicada, “reside precisamente en su grandeza, en su extraordinaria amplitud. La ciencia es tan importante, tan compleja, tan misteriosa, que produce temor, temor a no saber, a no entender; y este temor acaba produciendo desconexión emocional. Y sin esa conexión emocional, no es posible establecer una comunicación eficaz”. 

“Lo que toca ahora -dice- es entender que la ciencia es sumamente importante, que requiere del empuje y el apoyo de la sociedad y que la publicidad puede ser útil para lograr explicar, acercar y crear mecanismos que hagan que ciencia y sociedad dialoguen, que la gente se emocione con lo que significa la ciencia”. Así que, manos a la obra.

Martínez nos contará cómo “la publicidad bebe de todo lo que nos rodea, de la televisión, del arte, de la música, del cine… y, por supuesto, bebe sobre todo de la gente. La publicidad siempre ha sido un espejo de la sociedad, y ha ayudado a entender cómo somos y cómo vivimos en diferentes épocas de nuestra historia reciente”.