COMETE EL MUSEO DINOS baja 78

La sorpresa es aliada de la divulgación científica. Los proyectos que abrirán las Jornadas D+i tienen esto en común: han sacado la divulgación fuera de sus lugares y horas habituales. ‘Si Mahoma no va a la montaña…’ En estos casos, la sorpresa del espectador se traduce enseguida en predisposición, en ganas de saber más, de pasarlo bien a costa de la ciencia. No olvidemos que la diversión es éxito seguro si se trata de depositar nuestro mensaje científico en las buenas manos del receptor.

Cómete el museo‘, ‘Ladies & Gentlemen check your engines‘, ‘Un naufragio en tu piscina‘, ‘Ciencia clandestina‘ y ‘Starts‘ son esos proyectos de divulgación desubicada y a deshora que serán presentados por sus autores en el primer diálogo de las jornadas. Qué mejor comienzo. Pilar López, directora de Programas Públicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, contará cómo el divulgador científico Óscar Menéndez, de Explora Proyectos, puso ‘en sus manos’ una “potentísima llamada de atención hacia el museo”.

Es la actividad ‘Cómete el museo‘, sólo para adultos, con la que, según Pilar, “mucha gente se ha reencontrado con un museo que hacía tiempo no visitaba”. Y lo ha hecho en un ambiente distendido e informal y en horario nocturno; primero con una visita exclusiva a su colección, con especial énfasis en la relación ciencia-gastronomía, y después con una degustación científica relacionada con el tema de la visita, con pinchos tematizados y vino y cerveza producidos al más puro estilo Pasteur. Todos comprueban que somos humanos por lo que comemos.

Después, un paseíto en moto, concretamente hasta el Espacio
 Harley‐Davidson de Barcelona, donde se llevó a cabo el original proyecto, ‘Ladies & Gentlemen check your engines‘, que mostrará en D+i Albert Francés, urólogo y cirujano del Hospital del Mar. En una jornada organizada por The Prostate Net, se divulgó la conveniencia de revisar regularmente nuestra salud. Médicos y motoristas unidos en una feria de educación sanitaria, donde se habló de cáncer de próstata, colon y mama, de enfermedades osteoarticulares, problemas urológicos y disfunción eréctil, colesterol, hipertensión… Los participantes pudieron hacerse tests oculares, mediciones de tensión, evaluaciones posturales e incluso recibieron consejos nutricionales para el abandono del tabaco.

Y, de ahí, a la piscina. A bucear y a ver si encontramos el pecio de Uluburun, la nave que naufragó en el siglo XIV a.C. frente a las costas de la actual Turquía. La Universidad de Zaragoza ha recreado en piscinas este yacimiento subacuático y nos invita a descender y explorar los restos del navío de la mano de la empresa Start Up Arqueología y Didáctica. La actividad se llama ‘Un naufragio en tu piscina‘ y uno de sus autores, Héctor Conget, compartirá en D+i su experiencia en divulgación de la prehistoria y el método arqueológico.

Con graffitis se expresa la Universidad de Córdoba. Su proyecto ‘Ciencia clandestina‘ y sus murales pintados en la oscuridad de la noche, como a escondidas, son una bella metáfora del trabajo de esos científicos que han pasado a la historia pero que fueron ignorados por sus coetáneos, permaneciendo ‘ocultos’ pese a haber obtenido resultados fundamentales para la evolución del conocimiento. Son Rosalind Franklin, Jocelyn Bell, Hipatia de Alejandría, Alfred Russel, Jorge Francisco Tello, Ibn Firnás…, científicos clandestinos que Elena Lázaro, coordinadora de la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Córdoba, traerá a las jornadas.

Fermín Serrano, de la Fundación Ibercivis, fue la cabeza visible de la Comisión Europea en el festival Sónar+D 2015. Presentó allí, como también lo hará en D+i, el programa Starts de innovación a través de varios proyectos europeos. Entre ellos estaba el propio edificio de Etopia, el lugar donde se celebran nuestras jornadas, como ejemplo de espacio en el que conviven científicos, tecnólogos y artistas, muy preparado para la cocreación. Y también se presentó en Sónar la tecnología de BitBrain de monitorización de emociones, que el año pasado protagonizó en D+i un divertido experimento.

“Los investigadores de tecnologías participativas (como Fermín Serrano y sus compañeros de Ibercivis) tienen que ir allí donde está la gente”. Sónar es para ellos un “laboratorio abierto de experimentación”. Por eso, Fermín no se sentía allí “fuera de tiesto”, pero sí ha logrado llevar la ciencia a un festival de música y tecnología aplicada a la música. Ibercivis hizo que las ondas cerebrales del dj Chelis se vieran en directo, que las emociones del público estuvieran monitorizadas, que el espectador de una danza sintiera el movimiento, la energía y la fluidez de los bailarines y que los datos científicos para medir la transparencia del agua de mar cobraran sonido y expresión artística. “Con esto -sonríe Fermín-, también la Comisión Europea ha cambiado su forma de relacionarse con el público”.

[Fotografía cortesía de Pablo Plaza/Explora Proyectos.]